Acerca de Casa KiroCasa Kiro nació el 2010, en Viña del Mar, Chile. Nuestro trabajo se caracteriza por crear pequeños y coloridos mundos, inspirados en la cultura popular, los paisajes locales y las historias que como latinoamericanos compartimos, transmitiendo amor, belleza, complicidad y sorpresa. Nuestras piezas buscan poner en valor elementos típicos chilenos, no tradicionales en joyería y que han sido subvalorados, ignorados u olvidados con el paso del tiempo. Estos materiales, que van desde ingredientes tradicionales de la cocina mapuche, hasta cultivos típicos del campo chileno, son personalmente recolectados por nosotros en mercados locales y alrededores, para ser redescubiertos como elementos preciosos. Cada joya es una cuidadosa composición de colores y elementos preservados en resina y estructurados en plata, creando pequeños mundos, que nacen de mis recuerdos y evocaciones de viajes por Chile. Detrás de Casa Kiro hay un equipo de trabajo admirable, que ya es casi una pequeña familia. Somos felices haciendo lo que hacemos y creemos que estos valores y buena energía pueden llegar a otros a través de nuestras piezas. |
Acera de MiHola! soy Vania Ruiz, creadora de Casa Kiro, marca chilena de joyería de autor, que crea pequeños mundos portables, inspirados en diferentes lugares e historias de Chile. Si bien soy arquitecta de profesión, la joyería me encontró casi por accidente, cuando cansada de pasar tantas horas dibujando planos, decidí buscar un pasatiempo que me permitiera meter las manos en la masa. Es que siempre tuve una inexplicable necesidad de hacer cosas con mis manos. Recuerdo de niña llevar a todas partes una caja de lápices de colores y pasar horas en silencio “haciendo monos”. Recuerdo también las tardes en el parque recolectando semillas y cortezas con mi madre, que luego convertíamos en sirenas y pájaros fantásticos. De hecho, en cada etapa de mi vida, recuerdo haber estado creando algo. Diseñar y hacer cosas me remite a momentos felices y quizás por eso me resulta tan reconfortante. Fluyo, el tiempo vuela. A ratos la sangre se mueve más rápido. Siento la felicidad. Cuando descubrí la joyería volví a encontrar una parte de mí que estaba algo perdida. La parte curiosa y voraz, de ojos brillantes. Desde entonces, esto es lo que decidí hacer en la vida. |